viernes, 30 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA XIII. EL SENIORATO.



Boleslao III “Bocatorcida” insufló nuevos aires a la maltrecha monarquía, reanudó la política expansionista, anexionó Pomerania, devolvió la unidad a su país, rechazó cualquier tutela exterior, cristianizó sus conquistas y aliado a los húngaros rechazó una peligrosa incursión imperial. Como un Diocleciano polaco, ideo una fórmula para poner fin a la anarquía y a las crónicas luchas intestinas, si el emperador ilirio impuso la Tetrarquía, Boleslao instauró el Seniorato.

Boleslao planificó el futuro del país, instaurando un sistema equilibrado y eficaz. Dividió el reino en varias ducados (Silesia, Masovia, Cuyavia, Gran Polonia, Pequeña Polonia y Pequeña Polonia Oriental) y la repartió entre todos sus hijos. El primogénito recibe la Pequeña Polonia, que incluía Cracovia (lugar de coronación) y además la capacidad de actuar como señor supremo por encima del resto de hermanos. Cada miembro de la familia (hermanos y/o primos) ejercía de señor en su principado, pero jurando lealtad y obediencia al Gran Duque, asentado en Cracovia, un auténtico Primus inter pares. Estos ducados se gobiernan por medio de métodos centralistas por medios de los castellanos (o comisionados).

Muy lejos de las pretensiones de Boleslao, su proyecto fue el origen del desmembramiento del estado polaco, pues en lugar de asegurar la unidad, supuso la fragmentación. A principios del siglo XIII los territorios se habían multiplicado y se podían contabilizar no menos de veinte ducados. El reino quedó atomizado en varios ducados y principados, las más de las veces, enfrentados entre sí. En este orden de cosas, en este confuso periodo se establece la inmunidad del clero y de la nobleza. Nobleza y clero, avezados carroñeros, acostumbrados a vivir del sudor del de enfrente, se aprovechan de la debilidad y torpeza de los monarcas sucesivos.

Esta reforma (a grandes rasgos el mismo sistema que fracasó en el Imperio Carolingio), conta toda la buena intención con que fue proyectada, no consolida la pretendida y deseada unidad, sino todo lo contrario. El seniorato es un fracaso absoluto, a las primeras de cambio comienzan las luchas y los conflictos, y el estado polaco se ve desintegrado (como azucarillo en una taza de café) en pequeños principados que tienden a la insignificancia. Continuará...


jueves, 29 de septiembre de 2016

ALFONSO X "EL REY SABIO".



Alfonso X pasa por ser uno de los reyes medievales más conocidos (al menos su nombre) de la turbulenta historia de España. Conocido como “el Sabio” su faceta cultural superó con creces su obra política. Hijo de Fernando III y de Beatriz de Suabia, se casó con Violante de Aragón, la hija de Jaime I y de Violante de Hungría.


Siendo aún infante, el joven Alfonso arrebató Cartagena a los moros y colaboró con su padre en la conquista de Sevilla. Cuando murió Fernando, el nuevo rey continuó las campañas por el Valle del Guadalquivir, tomando Jerez, Cádiz y el Puerto de Santa María, consolidando el dominio de las tierras Béticas conquistando Niebla. A continuación puso en marcha el proceso de repoblación. Tras la conquista del Puerto fundó la orden militar y naval de Santa María de España. Más tarde, y con la inestimable colaboración de su suegro “el Conquistador” incorporó Murcia a su corona.


Ningún rey de las España había heredado un territorio tan vasto como Alfonso, casi dos tercios del total de la península estuvieron bajo su dominio. A pesar del empeño su obra política no estuvo a la altura de la de su padre, en parte por falta de apoyo interno, pues varios sectores de la nobleza se rebelaron. En el terreno económico y social Alfonso X otorgó una base legal al Honrado Concejo de la Mesta.


Inspirado en la vida de Alejandro Magno Alfonso alegó derechos al trono imperial como hijo de Beatriz de Suabia y tras una dura (y costosa) campaña de propaganda consiguió los votos suficientes para convertirse en Rey de Romanos. De todas formas la Senta Sede no lo tenía muy claro, y Alfonso X nunca llegó a ser coronado.


La residencia del rey se convirtió prácticamente en una academia, y consiguió la colaboracion de sabios y eruditos, cristianos, judíos y musulmanes, y con este equipo multidisciplinar, elaboró obras de carácter histórico, literario y científico, entre ellas las Siete Partidas, la Storia General, las Tablas Astronómicas y las Cantigas. Además tomó la decisión definitiva de convertir la lengua castellana en el idioma oficial. La cultura fue su gran obra y legado.


Apesadumbrado por las luchas fratricidas que se apoderaron de Castilla, con sus hijos Sancho y su nieto Fernando guerreando por sucederle, un deprimido Alfonso se retiró a Sevilla donde vivió sus últimos días.




miércoles, 28 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA XII: TRAVESÍA POR EL DESIERTO.



Después de la disolución de la monarquía efectiva, una gran inestabilidad se apoderó de un territorio y unas gentes que trataban de ser un Reino, sumidos en una espiral de violencia, guerras civiles, destronamientos, divisiones... La debilidad de las cabezas visibles de la dinastía Piast, depositaria de la soberanía, fue aprovechada por una nobleza privilegiada que controla, limita y socava la autoridad real. Los motes que el pueblo puso a los duques, como Ladislao Piernas Largas o Boleslao Boca Torcida, son una muestra del escaso (o ningún) respeto que inspiraba la figura regia. Después de un incómodo interregno (1034 – 1040) Casimiro I llamado el Restaurador (obvio) consigue restablecer la unidad del estado y de la iglesia, pero solamente para afrontar una larguísima travesía por el desierto.

A pesar de la restauración (más bien reanimación de un cadáver que se resiste a morir), el monarca estaba cada vez más controlado por la nobleza, al tiempo que caía bajo la dependencia del emperador Enrique III. Casimiro I tuvo que enfrentarse a serias dificultades (de esas que ponen constantemente tus aptitudes a prueba): hacer frente a las revueltas paganas (unas gentes que pretendían volver a sus creencias y ritos precristianos) y repeler las invasiones procedentes de Kiev y de Bohemia. Los bohemios penetran con cierta facilidad en el país, conquistan Silesia y consiguen robar las reliquias de San Adalberto de Praga que eran custodiadas en Praga.

No se amedrentó Casimiro, y con la ayuda de su colega alemán Enrique III reconquista Silesia y Mazovia, traslada su capital a Cracovia e inicia la reorganización de estado e iglesia (en este caso incorporando clero alemán), y propocia la llegada y asentamiento de órdenes religiosas. Territorialmente el estado bascula desde la Grande, a la Pequeña Polonia, pero como contrapartida, y aprovechando la débil posición del monarca, la nobleza se vuelve fundamental para controlar el gobierno.

El hijo de Casimiro, Boleslao II, arrebató Eslovaquia a Hungría, llevó una expedición hasta Kiev y apoyó al papa Gregorio VII en su lucha con el imperio y de paso se sacude la (siempre) molesta tutela germánica. En agradecimiento el Santo Padre propició su coronación como rey. Poco duró la estabilidad, pues la actuación de Boleslao soliviantó a los nobles que se rebelaron, y sentaron en el trono a su hermano Ladislao I Herman. Mientras, Boleslao tuvo que huir de su país.

Ladislao Herman era un títere, una pusilánime marioneta en manos de los magnates, que a fin de cuentas son los que gobernaban y administraban el reino, mientras que el país continúa su penar, pagando tributo a la vecina Bohemia. A la muerte de Ladislao se produce una nueva guerra entre sus hijos de la que resulta vencedor Boleslao III.


martes, 27 de septiembre de 2016

...CONAN...EN ESTO SI PUEDES CONFIAR....



“El fuego y el viento vienen del cielo, de los dioses del cielo, pero Dios es Crom, Crom que vive en la tierra. Antes los gigantes vivían en la tierra, Conan, y en la oscuridad del caos engañaron a Crom y le arrebataron el enigma del acero. Crom se irritó, y la tierra tembló. El fuego y el viento derribaron a aquellos gigantes y arrojaron sus cuerpos a las aguas. Pero en su ira, los dioses olvidaron el secreto del acero y lo dejaron en el campo de batalla. Nosotros lo encontramos. Sólo somos hombres, ni dioses ni gigantes, sólo hombres. Y el secreto del acero siempre ha llevado consigo un misterio. Tienes que comprender su valía Conan, tienes que aprender su disciplina. Porque en nadie, en nadie de este mundo puedes confiar, ni en un hombre, ni en una mujer, ni en un animal. En esto sí puedes confiar..."  

lunes, 26 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA XI: COLAPSO.



Tras unos inicios fulgurantes y prometedores, que anunciaban un futuro de esplendor y grandeza, el estado recién nacido, sufrió una serie de vaivenes intestinales y desagradables intromisiones que lo anularon como fuerza política y como emergente potencia regional. Los problemas se multiplicaban por todos lados: una violenta reacción pagana, presión germana en las fronteras, imposición de reconocerse vasallos del Imperio...

Con la muerte de Boleslao, el título real por el que tanto había luchado, y el rango del estado polaco murieron con él. Su hijo y sucesor Miezko II Lampert, fue una persona débil, que contaba con la descarada oposición de Conrado II no fue capaz de contener a todos los enemigos que le acosaban: rusos, daneses, bohemios y sus propios hermanos de sangre, ni de acabar con las luchas internas, con el resurgir del paganismo y el enfrentamiento entre cristianismo latino y ortodoxo. Un cúmulo de dificultades que estuvieron a punto de borrar del mapa el reino de Polonia. En este contexto Miezko II renunció a la corona, se sometió al vasallaje del emperador y perdió algunos territorios: Pomerania, Lusacia....Continuará...


domingo, 25 de septiembre de 2016

DIEGO RODRÍGUEZ DE VIVAR.



Rodriguez hijo de Rodrigo. De Diego, hijo del Cid Campeador, nada seguro sabemos. ¿Acompañó a su padre al destierro? ¿o se alineó con el rey Alfonso VI en contra de su progenitor?. Lo único que conocemos (con cierta seguridad) es que Diego murió (dos años antes que su padre) combatiendo a los almorávides en la población toledana de Consuegra.  

sábado, 24 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA X: NI CONTIGO, NI SIN TI.



El primer rey oficial (y legítimo), Boleslao I Chrobry, tuvo que esperar a que se muriese el emperador (Enrique II) para poder ser coronado como tal. Nunca se fiaron los unos de los otros, pero los colonos germanos ayudaron al desarrollo urbano de Polonia, y los duques polacos prestaron apoyo (aunque sea moral) al Imperio. Desde Alemania nunca vieron con buenos ojos (y es lógico) el fortalecimiento del Reino de Polonia (un potencial rival que iba a competir por el mismo territorio). En Polonia no gustaba los continuos intentos de los alemanes por intervenir en sus asuntos internos. Sin embargo, el Emperador tratará de atraerse a los duques polacos hacia la causa imperial en la enconada Querella de las Investiduras. Muchas veces lo conseguirá. Un ni contigo, ni sin ti, entre los gobernantes polacos (duques, príncipes y reyes) y los Sacro Emperadores, que marcaran durante varias centurias las relaciones entre ambos estados. Continuará...

viernes, 23 de septiembre de 2016

GRENEN



La punta más septentrional de Jutlandia. Dunas, arena fina, gaviotas, amplitud y viento, Grenen es un mágico lugar donde se funden el Báltico y el mar del Norte. Desde la lejana época de los vikingos (y más atrás incluso) circunnavegar esta península entraña gran dificultad, por ello se abrieron rutas terrestres, para atravesarla en vez de rodearla.


El sosegado mar de Kategat choca bruscamente con las embravecidas aguas de Skagerak.




jueves, 22 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA IX: CORONACIÓN.



Al igual que su padre, el Duque Miezko, Boleslao I el Valiente mantuvo relaciones cordiales (en la medida de lo posible) con los emperadores otonianos, que en el fondo no les parecía nada bien la creciente concentración de poder en el este. En este tiempo (principios del siglo XI) se va a producir la conquista de Cracovia y el sometimiento de las tribus eslavas de la región del Vístula, anexionando Lusacia, Moravia, el país de los checos y Eslovaquia. Con estas dos certeras acciones consigue Polonia la hegemonía plena sobre los eslavos occidentales.

El siguiente paso se produce en el año 1000 con la fundación del arzobispado de Gniezno, que estaba integrado por tres provincias eclesiásticas; Wroclaw, Cracovia y Kolberg. Para darle más caché, prestigio y renombre a la nueva sede metropolitana, Boleslao consigue comprar las reliquias de Adalberto de Praga para depositarlas allí.

Poco a poco comienza a preocuparse más por sus propios asuntos, y abandona la concepción imperialista de los Otones y orienta su política a salvaguardar los intereses polcaso y la integridad territorial frente a bohemios y alemanes. De esta forma Boleslao fortalece su autoridad, mantiene intacta su independencia y en 1025, precisamente aprovechando la extinción de la dinastía otónida, consigue coronarse rey de Polonia, con el necesario conocimiento del Papa. Con Boleslao vivió Polonia su primera etapa de auténtico esplendor, pero a su muerte, toda su obra quedó en el aire. Continuará....


miércoles, 21 de septiembre de 2016

ALONSO YAÑEZ FAJARDO “PUTERO MAYOR”



Después de la conquista de Málaga en 1487, los Reyes Católicos nombraron a Alonso Yañez Fajardo, un empleado de palacio, “Putero Mayor” y le concedieron las mancebías de Sevilla, Málaga, Loja, Ronda, Alhama y Marbella. Pronto se añadieron a la red prostíbulos de otras localidades como Granada, Baza, Vélez-Malaga o Almería.

Como un proxeneta a gran escala por las manos de este caballero pasaban todos los diezmos de los antros de prostitución y en la práctica controlaba todos los resortes de este lucrativo negocio. El nombramiento formaba parta de la política de los Reyes Católicos encaminada a reglamentar, en lo posible, el ejercicio del que eufemísticamente se ha dado en llamar “el oficio más antiguo del mundo”.

Como buen administrador Alonso decidió incrementar los beneficios recortando gastos. En ese sentido se cobraba a las mujeres por las habitaciones y por la comida (un día a la semana pescado y al menos otro más carne), y por contra debía proporcionarles cobertura médica y un lugar donde ejercer.


martes, 20 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA VIII: LA CRUZ LLEGÓ A LA LLANURA.



En el proceso de evangelización del pueblo polaco, que se aferró con fuerza e ilusión a la nueva fe, podemos señalar tres momentos claves: en 966 el caudillo Miezko se convierte al cristianismo tras su boda con la princesa bohemia Dobrawa, en 968 se forma el primer obispado de Polonia y ya, en el año 1000, se contituye el arzobispado de Gniezno. La misión evangelizadora vino desde el reino de Bohemia, y el protagonista fue Adalberto de Praga, un personaje clave en la historia religiosa de Hungría, de Bohemia y de Polonia.

“La conversión de los príncipes de Polonia, Bohemia y Hungría, amplió los límites de una cristiandad fijados tradicionalmente en el Elba. La inflitración de colonos alemanes y de misioneros hizo de estos agentes eficaces de germanización en las grandes bolsas territoriales que el paganismo seguía manteniendo en el Báltico”.
Emilio Mitre. Historia de la Edad Media en Occidente.

El principal problema para Miezko I (Miecislao en nuestra lengua castellana) y sus inmediatos sucesores fue abrazar el Cristianismo y recibir la Civilización Occidental (latina-germánica), sin perder su independencia, ni venderse, ni ser víctima propiciatoria de las apetencias del Imperio alemán. Históricamente los expertos alemanes en geopolítica han considerado el espacio eslavo en general, y Polonia en particular su propio espacio para la expansión (el tristemente famoso Lebensraun). Para justificar esas ideas utilizarán la palabra de Dios, la misión evangelizadora, o las más absurdas teorías raciales que Hitler y su camarilla intentanron llevar hasta sus últimas consecuencias. En el siglo XX los soldados de las SS dieron el relevo a los caballeros de la Orden Teutónica.


La independencia religiosa se consigue, Santo Padre mediante – Silvestre II – con la creación de un arzobispado en el año mil, sometido directamente a la autoridad papal. Curiosamente (y no casualmente) ese mismo año se creó el arzobispado de Esztergom y se coronó a Esteban como primer rey de Hungría. El cristianismo romano occidental, con Silvestre II a la cabeza, forjaba poderosas y duraderas alianzas. Continuará...

lunes, 19 de septiembre de 2016

LEANDRO DE SEVILLA.




Obispo de Sevilla, hermano del ilustre San Isidoro, Leandro se relacionó profundamente (y de forma decisiva para ellos) con los hijos del rey visigodo Leovigildo; Hermenegildo y Recaredo.

A Hermenegildo lo azuzó contra su padre, convencido arriano, en una fracasada rebelión. A Recaredo lo instruyó en el Credo de Nicea y lo condujo amablemente a la causas católica. Una conversión que se materializó en el III Concilio de Toledo en el 589.


domingo, 18 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA VII: EL DUCADO.



Durante la Plena Edad Media, una época de renacimiento y restructuración geopolítica, en los territorios habitados por los polanos se forma una primera entidad independiente que pronto va a entrar en contacto (y conflicto) con la política expansiva de los germanos hacia el Este (su zona natural de expansión).

El castro o “grozdy” de Gniezno era el centro y ejercía como capital del incipiente ducado de Polonia. Hacia el año 850 existía un embrión de forma estatal, sus príncipes investidos con el oropel de lo legendario, Lech, Lestko, Siemomysl, y finalmente Miezko I, fundador real de la dinastía Piasta que transformó el estado polano en el estado polaco.

La familia Piasta (cuyo primer miembro histórico fue Siemomysl y el fundador mítico Piast) fue poco a poco incrementando el poder y ampliando su influencia, tejiendo complejas redes clientelares, hasta que a mediados del siglo X uno de sus miembros más destacados, Miezko I, se bautizó y el emperador Otón I le concedió el título de duque (todo en uno) inagurando la historia del Ducado de Polonia.

Varias circunstancias favorecieron el nacimiento de la unidad polaca en torno a la familia Piasta, con Miezko a la cabeza: cierta cohesión étnica, prosperidad económica y el establecimiento de otras entidades estatales en la periferia (Sacro Imperio, Bohemia, Kiev...)

Tras sucesivos vaivenes, idas y vueltas, encuentros y desencuentros, Miezko jura sincera fidelidad al emperador, pero con la firme determinación de mantener su frágil independencia política, puso a su país bajo la protección de Roma. Este miembro del prestigioso linaje de los Piasta abrazó el cristianismo cuando se casó con la princesa bohemia Dobrawa, la hija del duque Boleslao I el Cruel, aquel que asesinó a su hermano Svaty Vaclav (San Wenceslao). Aquí comienza la fructífera relación de Polonia con la iglesia católica, que alcanzó su punto culminante con la proclamación de Karol Wojtila (Juan Pablo II) como Sumo Pontífice de Roma.

Con la conversión Miezko consigue el apoyo papal, extendiendo además sus dominios, y de paso acercó Polonia al resto de Europa. Con esta práctica maniobra consigue salvaguardar la integridad de Polonia frente al Sacro Imperio. Su hijo Boleslao I fue un paso más allá y consiguió ser coronado rey. Esta voluntariosa dinastía Piast o Piasta, a pesar de los intentos no fue capaz nunca de estabecer una monarquía fuerte y creible.


sábado, 17 de septiembre de 2016

PEDRO DE VERA.



Caballero andaluz, más valeroso que inteligente, oriundo de Jerez de la Frontera, su arma presta a defender los intereses de sus señores los Reyes Católicos, eficiente en la batalla y brutal con los vencidos. Regidor de Jerez, alcaide de Cádiz, de Jimena, de Arcos, enfrentado en las tierras del sur con el duque de Medina Sidonia, participó en la recuperación de Gibraltar y desde sus costas lanzaba razzias contra Berbería.

Capitán de Guerra en la conquista de Gran Canaria y gobernador en el Real de las Palmas, enfrentó y mató al caudillo Doramas y concluyó la invasión castellana de la isla. En la Gomera aplastó sin miramientos la “rebelión de los gomeros” masacrando a hombres, mujeres y niños. Los métodos punitivos y crueles empleados por Vera en el archipiélago Canario serían repetidos décadas más tardes en el continente americano por personajes de su misma calaña.

De regreso a la península hizo una pequeña fortuna vendiendo a los canarios como esclavos y tomó parte de la definitiva Guerra de Granada, integrando los ejércitos que rindieron Málaga, aunque no es posible asegurar (ni negar) su participación en la capitulación final de la capital nazarí. Murió a principios del siglo XVI, pobre como las ratas y aquejado, posiblemente, de lepra.



viernes, 16 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA VI: LOS POLANOS.



Los polanos, uno de los pueblos que pertenecía a la rama occidental de los eslavos (junto a bohemios y moravos), se fueron asentando, en compañía de otros grupos tribales con los que estarían emparentados de alguna manera, en las tierras comprendidas entre los ríos Oder y Vístula, una fértil llanura, una Mesopotamia a la europea.

Hacia el siglo IX estos polanos lograron unificar, para pasar inmediatamente a dominar a viaras de estas tribus que habitaban el norte de la Gran Moravia, que en estos momentos comenzaba su rápida desintegración. Los belicosos magiares también colaboraron en la caída de este primer gran estado eslavo.

Esta unificación bajo el mando polano, que a la postre terminarían dando nombre al Reino y al actual estado, estuvo dominada durante varios siglos por la dinastía Piast, nombre que recuerda al legendario fundador y patriarca mítico.

Ya en el siglo X, bajo el liderazgo de Miezko I (o Miecislao I si así lo prefieren) los polanos eran, sin discusión, la tribu más poderosa de la región, dominando un vasto terrotorio que se extendía entre los ríos Oder y Bug, y alcanzaban los Cárpatos por el sur y el Báltico hacia septentrión. Los polanos habitaban la región de Poznán, Giecz y Gniezno y desde esta área se irán imponiendo al resto. Con el tiempo, estas tierras se convirtieron en el centro sobre el que basculará el estado polaco. Continuará....


jueves, 15 de septiembre de 2016

ABBÁS IBN FIRNÁS, EL SABIO DE AL ANDALUS.



Una mente clarividente y pensador ecléctico de época andalusí, nacido en algún lugar cercano a la ciudad histórica de Ronda, Ibn Firnás fue un hombre prerrenacentista, un protohumanista que se adelantó varios siglos a los sabios italianos. Poeta, científico, mecánico que diseño un reloj de agua, astrónomo, ingeniero que perfeccionó la técnica para cortar cristal de roca, inteligente filósofo, habitual en la corte de Abderramán II y de Muhammed I. Ibn Firnás, conocido en su tiempo como “el sabio de Al Andalus” se convirtió en pionero de la aeronaútica el día en que se lanzó desde una torre de Córdoba con algún tipo de artilugio diseñado por él. Tras planear durante unos instantes se estrelló y milagrosamente, no se mató.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA V: JEFATURAS.



El Reino de Polonia tiene su origen en la unión de varias tribus eslavas occidentales, que tenían lenguas y culturas comunes, y que comienzan a asentarse en la llanura hacia el siglo V, aprovechando el vació dejado por los germanos y empujados, tal vez, por los inquietos jinetes nómadas.

Entre los siglos VII y X las tribus protopolacas experimentadon un proceso de particularización dentro del seno de la gran comunidad eslava que se asentó en las cuencas de los ríos Oder y Vístula. Polanos, vislanos y pomeranios conforman la nación polaca en el sentido medieval de étnia.

Las asambleas tribales (una típica institución indoeuropea), formadas por hombres libres en una suerte de democracia primitiva, delegaban el poder político en un jefe electo. Normalmente esas elecciones recaían en los miembros de dos o tres familias que empezaban a destacarse por encima del resto, en un proceso de concentración progresiva y efectiva del poder, en la evolución natural de una sociedad tribal a una jefatura. En el fondo, como buenos ególatras que eran, muchos de estos grandes jefes tenían como gran proyecto político-vital, concentrar toda la autoridad en sus manos.

Esta organización social, que poco a poco tiende a la completa centralización, permitió una explotación más sistemástica de los recursos naturales. Se dinamiza la agricultura gracias a la introducción del arado de hierro, se mejora el artesanado de alfar y la metalurgia, se inician los intercabios comerciales con Occidente a partir de la exportación de pieles y de esclavos, además de controlar la lucrativa ruta del ámbar procedente del Báltico.

En tierras de la llanura se van a desarrollar organizaciones políticas de carácter regional, que irán ganando complejidad y tenderán, cada vez más, a la centralización de personas y recursos, a partir de un “grody”. El grody es un recinto fortificado con toscos y sencillos muros, que permite el ejercicio del poder por parte de los clanes y familias dirigentes, controlar un amplio territorio circundante donde se asientan pequeñas aldeas y centros de producción, y concentrar todos los beneficios económicos.

En el seno de estos grody van a surgir determinados grupos dominantes, como los silingos en Silecia, los vislanos en Polonia Meridional (región de Cracovia) y los polanos en Polonia Cenral. Desde el siglo IX (década arriba, década abajo) se hace efectiva la hegemonía de los polanos sobre el resto de grupos poblacionales. Continuará...


martes, 13 de septiembre de 2016

LIUVA II



Liuva era el hijo de Recaredo y también su sucesor en el trono visigodo. Ávidos de acumular más riqueza y poder, y sacudirse el control regio, la nobleza encontró a un monarca débil, que además se convirtió en rey a una edad muy temprana e inexperta. Su reinado tan solo duró dos años pues fue traicionado por Witerico, apresado y finalmente ejecutado.  

lunes, 12 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA IV: EL ÁGUILA BLANCA Y EL NIDO SOBRE EL ÁRBOL.



Al igual que la mayoria de los estados, el Reino de Polonia basa su existencia en un hecho mítico y extraordinario. El legendario líder tribal Lech (hermano de Czech y Rus, ancestros míticos de bohemios, rusos y ucranios) llegó con su gente a orillas del río Varta, y detuvo sus pasos junto a un árbol enorme, donde vio posarse a un águila blanca. Aquella fue la señal y decidió instalarse allí mismo. Construyó una pequeña fortaleza alrededor del árbol y la llamó Gniezno. Proclamado príncipe de aquellas tierras y de las gentes que la habitaban, adoptó como blasón un águila blanca con las alas extendidas. El ave rapaz sigue campanado sobre un inmaculado campo rojo en el escudo de Polonia. Continuará...

domingo, 11 de septiembre de 2016

GUILLERMO EL CONQUISTADOR.



Descendiente del legendario Rollo el Caminante e hijo ilegítimo del duque de Normandía Roberto I el Diablo, Guillermo “el Conquistador” - William the Conqueror o Guillaume le Conquérant- por cuyas venas fluía sangre vikinga, un tipo duro que machacó a todos sus rivales y zurró de lo lindo a sus opositores, ha sido, hasta el día de hoy, el único general capaz de culminar con éxito un desembarco en la Gran Bretaña. Algunos historiadores no han dudado en declarar a Guillermo el auténtico primer rey de Inglaterra.

Huérfano a los ocho años, su agitada infancia y el cambiar constantemente de hogar y de tutor que trataban de aprovecharse de él, transformaron a Guillermo, un muchacho robusto, en un hombre duro, dispuesto, arrojado y valiente, en ocasiones dominado por la cólera. Su condición de bastardo le hizo objeto de mofa y desdén por parte de los engreídos nobles. Llegado el momento, convertirdo en duque de Normandía con todas las de la ley, se tomó justa y violenta venganza. Obligó a los nobles jurarle fidelidad sometiéndolos a su voluntad. Configuró un ducado fuerte y centralizado y perfectamente organizado con un poderoso ejército que ni el rey de Francia (del que el duque Guillermo era vasallo) podía permitirse.

Guillermo contrajo matrimonio con Matilde de Flandes, tuvieron no menos de nueve hijos, fueron un matrimonio feliz y formaron un perfecto equipo de gobernantes. Además de una brillante y amorosa esposa, su unión con Matilde le propició un poderoso aliado, el Condado de Flandes.


Con 24 años fue invitado a Inglaterra por su primo Eduardo el Confesor y a su regreso al hogar contaba a todo aquel que prestase oídos que el rey inglés había prometido nombrarlo sucesor al trono. Pero murió Eduardo y los nobles sajones eligieron a su propio rey, Harold Gowinson de Wessex. El obstinado duque de Normandía pertrechó naves, consiguió que el papa Alejandro II bendijese su estandarte (y por extensión la expedición), cruzó el canal, venció a Harold en la batalla de Hastings y se coronó rey de Inglaterra.


Esta epopeya está narrada de forma excepcional en una pieza única, el Tapiz de Bayeux.


Con Guillermo sentado en el trono inglés se produjo la división histórica (e histérica) entre sajones y normandos. Nunca dudó en arrebatar todo a sus antiguos enemigos (ahora sufridos súbditos) y entragarlo a los caballeros que le acompañaron en su aventura. En pocos años la nobleza local fue esquilmada y el campesinado sometido a servidumbre. En 1086 reunió a todos los señores, grandes y pequeños, a una asamblea en Salisbury, y les hizo prestar un juramente de fidelidad hacia su persona.

Además de conquistador, Guillermo destacó como administrador y encargó la redacción del Domesday Book, un censo y registro de la propiedad, que recogía toda la información necesaria para gobernar las tierras recién adquiridas. Este documento es algo inédito en la Europa de su tiempo.


Los últimos años de vida los pasó luchando por conservar su posesiones y mantener el orden en ambas orillas del canal, y en 1087 se reunió definitivamente con el Sumo Hacedor.


sábado, 10 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA III: EMIGRACIÓN ESLAVA.



Los germanos recogieron sus bártulos, prepararon a sus caballos y marcharon a otras tierras en busca de nuevas oportunidades. Amainó el temporal de Atila y sus hunos, y entre ávaros, magiares y otros pueblos de jinetes esteparios, fueron llegando al corazón de Europa los eslavos, divididos (u organizados, según se prefiera) en una miriada de pequeños grupos. Polanos, vislanos, pomeranos y otras tribus eslavas (que tenían en común la lengua), aprovechando las masiva emigración germánica, se fueron asentando en los apacibles valles de los ríos Oder y Vístula. Aunque las explicaciones tipo dominó hace tiempo que se desecharon (o matizaron), este movimiento migratorio (como muchos otros) pudo estar motivada por los ataques de ejércitos como hunos, ávaros, mongoles...

En este periodo de límites cronológicos (cuanto menos) difusos se organizan en una suerte de federaciones tribables, con jefes que eran medio políticos, y medio caudillos militares, al frente. Asentados en aquellas tierras que había pertenecido a los germanos, poco a poco la tribu de los polanos fue haciéndose con la hegemonía.

Se trata (por lo general) de grupos de agricultores que vivían (como buenamente podían) de cultivar cereales, la caza de piezas mayores y la recolección de todo lo que ofrecía la Madre Tierra (siempre pendiente de las necesidades de sus hijos). Los esforzados campesinos eslavos mejoraron las técnicas agrícolas, avanzaron en los procedimientos de metalurgia, mientras que las élites controlaban el comercio del ámbar, una preciada mercancía, cuya ruta transitaba por estas tierras. Continuará...


viernes, 9 de septiembre de 2016

PAPA ALEJANDRO II




Alejandro II llegó al papado después de un polémico interregno y derrotando a los diferentes candidatos que proponían los poderes fácticos, emperador incluido. Con mano firme, este partidario de la reforma cluniacense, combatió la simonía y consolidó el poder y la autonomía de la iglesia frente al Imperio.

El Santo Padre algo debía tener de pitoniso pues bendijo la expedición de Guillermo de Normandía a Inglaterra. Este hombre supo ver antes que nadie que los ingleses nunca serían buenos católicos.

Por otro ladro, Alejandro II transformó la Reconquista cristiana en España en un legítima cruzada, concediendo indulgencias plenarias a todos los soldados que tomasesn parte de la conquista de la plaza de Barbastro.

jueves, 8 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA II: LA LLANURA.



Desde el Macizo Central francés hasta los Montes Urales se extiende la Gran Llanura Europea, una inmensa planicie por donde fluyen los ríos más largos del continente. En las tierras comprendidas entre el Oder y el Vístula (una Mesopotamia centroeuropea) se desarrolló a partir de la Plena Edad Media, el reino de los polacos.

Las tierras bajas, las llanuras y las colinas suaves predominan en una amplia región comprendida entre el mar Báltico y las alturas del arco carpático. Las regiones meridionals presentan las elevaciones más destadas, mientras que Polonia Central es un conjunto de grandes llanuras y el norte corresponde a regiones lacustres.

El bosque templado (auténtica unidad de producción para el hombre medieval) y la pradera conforman la cubierta vegetal, hábitat de la fauna típica europea: grandes herbívoros como bisontes, venados, alces y durante el medievo también uros, sus más enconados depredadores, el lobo y el lince europeo, todoterrenos como el jabalí y el oso como señor absoluto del bosque. Pequeños mamíferos y una variada avifauna, que incluye cigueñas y águilas, completan el conjunto. Continuará...


miércoles, 7 de septiembre de 2016

YGGDRASIL, EL FRESNO DEL MUNDO.



Vikingos, germanos y hombres del norte en general tenían la certeza que el centro del Universo, de todo lo que existe, era un enorme y perenne fresno, al que llamaban Yggdrasil. Sus ramas cubre los cielos y comunican los diferentes mundos, de los dioses, de los gigantes de hielo, los gigantes de fuego, los enanos, los elfos, los humanos y el propio inframundo. El erudito Tolkien que bebió de muchas fuentes, también lo hizo de la savia de Yggdrasil. Tampoco podemos olvidarnos de James Camero y su “Avatar”. Un árbol fuente primordial de todo existencia, un árbol de la vida presente en muchas culturas.   

martes, 6 de septiembre de 2016

REINO DE POLONIA I: UNAS NOTAS.



En una inmensa llanura, inundable por todos lados, entre los mundos franco-germano y el ruso-varego se desarrolló, a dura penas, el estado medieval polaco. Un proceso largo y tortuoso, marcado por las rencillas familiares, las envidias y la miopía geopolítica de unos duques obsesionados por convertirse en cabeza de ratón, olvidando que a veces (muchas) es más rentable ser cola de león.

Pocos estados europeos han sufrido unas fronteras tan difusas (y fácilmente rebasables) como Polonia. Ningún río o cordillera les ha servido nunca para parapetarse y defender cómodamente su integridad territorial. La propia geografía parece invitar al enemigo a iniciar la invasión. Y a pesar de todo, Polonia lleva más de mil años resistiendo acometida tras acometida.

Polonia, Bohemia (la base territorial de la actual República Checa) y Hungría comparten espacio, problemas, aspiraciones y esperanzas. Cuando intento estudiar la historia de una de ellas, rápidamente salen a escena las otras dos. A partir del siglo X, con el amigo Miezko a la cabeza, los polacos experimentaron un doble proceso de cristianización y configuración de un estado, característico de los pueblos asentados en Europa Oriental (aquellos que no tuvieron relación directa ni con el Imperio ni con la cultura romana), como los húngaros, los moravos y los bohemios. Entre los siglos X y XVII las dinastías Piast, Jagellón y Vasa, aunando esfuerzos, consiguieron que Polonia – unida a Lituania – fuese uno de los estados más extensos (y poderosos) de Europa.

Entre el mundo germano (el ala oriental de Imperio Carolingio) y los rusos (hermanos de raza eslava en simbiósis con originales elementos vikingos – apunten mejor escandinavos -), el pueblo eslavo de las llanuras, los polacos, dan origen, forma y consistencia al Reino de Polonia, sobre unas tierras, esas llanuras escasamente delimitadas, eternamente disputadas y apetecidas por todos, repartidas como los naipes de una baraja por Hitler y Stalin en los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial.

Convulsa es la historia del estado polaco, atrapado entre la agresividad exterior y la indolencia (disfrazada de ambición) en el interior. Un país (y una gente) que sufrió avatares sin fin hasta convertirse en una reino estable, suturando, pada ello, las fisuras. Fuerzas centrífugas que desde el interior del país se niegan a colaborar, a arrimar el hombro, por cobardía, por complejo de inferioridad (típico de la gran nobleza europea) y por miedo (celo y envidia) al crecimiento excesivo del vecino (como bien podemos comprobar la envidia no so es deporte nacional en España), y mirar únicamente por sus egoístas intereses. Y como gustamos hacer leña del árbol caído, burgueses alemanes, teutones con las cruz en la mano, húngaros, bohemios y tártaros, entre muchos otros, se inmiscuían con demasiada frecuencia en los delicados asuntos polacos.

Esto es un intento (ya veremos si frustrado) de poner en orden unas pocas notas sobre el origen y evolución histórica del Reino Medieval de Polonia. Continuará...


domingo, 4 de septiembre de 2016

CABALLO DE LA CAMARGA



Blanco, pequeño y robusto, el caballo camargués trota con parsimonia bajo el tórrido sol del mediodía por las inmensas marismas inundadas por las feraces aguas del Ródano.


El caballo típico de la Camarga, una comarca del sur de Francia que comparte esencia con Doñana, mide entre 1'40 y 1'60 metros y presenta la particularidad de nacer con el pelo gris, rojo, pardo, e incluso negruzco, pero nunca blanco, el color que lucirá en edad adulta. Durante el otoño un pelo tupido y espeso les ayuda a protegerse del frío (y desagradable) viento del norte. Al llegar la primavera ese pelo cae y crece uno más fino, sedoso, y cada ver más claro. Cuando alcance los cinco años lucirá el pelaje blanco, el auténtico del caballo de la Camarga.



Este caballo fuerte y de escasa estatura es el animal preferido por los vaqueros de la región para pastorear sus rebaños de todos. El caballo camargués vive en estado de semilibertad y no duda en penetrar en el pantano en busca de juncos y brotes tiernos y jugosos. Por otro lado, y eso es importante teniendo en cuenta el ambiente en que vive, no teme a los molestos mosquitos que gustan de sobrevolar estos humedales.  


sábado, 3 de septiembre de 2016

EL LINAJE DE LOS GRANDES REYES HÚNGAROS.



Como los primeros libros del Antiguo Testamento, imitando las profusas genealogías de Tolkien, al estilo de las bellísimas sagas nórdicas. Simón Kezai y Anonymus redactaron sus crónicas, en la Képes Krónica aparecen bellamente ilustradas estas historias, bardos, escaldos y aedos cantaron sus hazañas. He aquí la estirpe de la casa de Arpad, los grandes reyes de Hungría. Nunca hubo una casa real que defendiese su patria con tanto ardor, ninguna familia aportó tantos santos y santas a la Iglesia Católica.

Enfadado con la creación, Dios destruyó el mundo de los hombres, pero salvó la vida de Noé, un hombre de corazón puro, y a su familia. Noe tuvo tres hijos, Sem, Cam y Jafet. La descendencia de la tripulación del arca repobló el mundo. Jafet tuvo a Gómer, Madai, Javán, Mesec, Tirás, Tubal y Magog. Cincuenta y ocho años después del Diluvio Universal, Enetöl, amada esposa de Magog, dio a luz dos gemelos sanos, Hunor y Magor.

Los ingenuos hermanos Hunor y Magor, portadores de una pureza infantil, educados, como el inocente Perceval, según la ley natural, y criados en lo más profundo del bosque alejados de toda corrupción, persiguieron y dieron caza a la Gran Cierva Primigenia. Luego separaron sus caminos y se convirtieron, respectivamente, en los padres de dos poderosas estirpes; los hunos y los magiares. Un descendiente de Hunor, el más famoso de todos, llamado Atila y conocido como Azote de Dios, construyó un efímero imperio nómada que desapareció tras su muerte. Nunca se ha hallado su tumba.

Algunos siglos más tarde (no muchos) cuando la Edad Oscura había caído sobre Europa, y el Imperio Romano no era más que un borroso recuerdo, el Ave Turul fecundó, durante un agitado sueño, a la grácil Emese, esposa de Ügyeko. Y Emese alumbró a Almos. La mítica ave auguró grandes éxitos al linaje que había nacido con Almos. Almos fue padre de Arapd, el invencible.

Siete jefes magiares, caudillos guerreros y magníficos jinetes, Elod, Ond, Kond, Tas, Töhötöm, Huba y el propio Arpad, líderes de otras tantas tribus, atravesaron al galope el impresionante arco carpático, llegaron a la Gran Llanura - el Alföld – bañada por el río más emblemático de Europa, el Danubio, siguiendo la estela que el Ave Turul dejaba en el cielo, e iniciaron la conquista de la patria – Honfoglalás. Celebraron un ritual, vertieron sangre en un cáliz dorado y todos bebieron de él, formalizaron un juramento y sacrificaron al príncipe Almos; todos los reyes debían portar la sangre sagrada del Turul.

El gran caudillo guerrero Arpad, conquistador de tierras y de hombres, borró del mapa la Gran Moravia, tuvo varios hijos, entre ellos otro valeroso guerrero, Juctosa, pero sobrevivió únicamente uno, Zolta. Juctosa, el mayor, engrendró a Falicsi, y Zoltán a Taksony. Falicsi perdió el liderazgo y la vida en la batalla de Lechfeld, combatiendo a Enrique I “el Pajarero” y fue sustituido al mando de los magiares por su primo Taksony. Taksony tuvo dos hijos, Mihaly y Geza. Mihaly fue el padre de Vazul. Töhötöm, fiel compañero de correrías de Arpad, fue padre de Horka. Horka engendró al voivoda de Transilvania Gyula, y Gyula tuvo una hija, Sarolta, que se convertiría en madre de Hungría.

Sarolta se casó con Geza, se unieron dos estirpes y el fruto de este matrimonio fue Esteban. Esteban eliminó a todos sus rivales, unificó todas las tribus, se bautizó y fue coronado primer rey de Hungría. Pocos años después de su muerte fue elevado a los altares de la santidad. A partir de este momento se establece el ritual de coronación y las piezas fundamentales que le dan forma y la hacen legítima: la Santa Corona, el arzobispo de Esztergom y la sede de Szekesfehervar. Las reinas consortes quedaron vinculadas a la diócesis de Vezprem.

Esteban casó con una germana, Gisella de Baviera y tuvieron un hijo, Emeric, que murió joven y no llegó a reinar. El primo de Esteban, Vazul, que no pudo reinar, tuvo dos hijos que si lo hicieron, Andrés I y Bela I. La discordia enraizó entre ellos al igual que sucedió entre Caín y Abel (o Rómulo y Remo). Las hermanas de Esteban sentaron a dos reyes en el trono; Pedro Orseolo, medio veneciano e hijo de una de ellas, y Aba Samuel, medio cumano y esposo de la otra. Ambos indignos por no representar a la noble raza magiar.

Andrés I fue padre de un rey, Salomón, que pasó sus últimos días viviendo como eremita en una cueva, y Bela I de dos, Geza I y Ladislao I, que además de rey fue Santo y Caballero. Ladislao prefirió el celibato y no tuvo hijos, pero Geza I tuvo dos, y se convirtió (a partir de este momento) en el ancestro único de todos los reyes hasta Ladislao IV, conocido como “el Cumano”. Los dos hijos de Geza fueron Almos y Colomán, que se llevaban mucho peor que Caín y Abel, el segundo mandó cegar al primero, incapacitándolo para el gobierno y coronándose rey. Uno ha pasado a la historia como el Ciego y el otro como el Bibliófilo, por su amor a los libros y el afán por patrocinar la cultura. El hijo de Colomán reinó como Esteban II y el de Almós como Bela II (también cegado por su malévolo tío Colomán). Tres reyes engendró este Bela, Geza II, Ladislao II y Esteban IV, los dos últimos enfrentados al primogénito. Geza II transmitió la sangre arpádica a sus hijos Esteban III y Bela III, que tuvo dos hijos, Emerico, que fue rey y padre de Ladislao III, y Andrés II el Hierosolimitano, cruzado y figura del parlamentarismo en Europa Central. Andrés II tuvo un digno heredero en Bela IV que se las tuvo tiesas con los mongoles, una hija elevada a la santidad, Santa Isabel, y un hijo póstumo fruto de su tercer matrimonio, también llamado Esteban. Bela IV engrendró a otra santa, Santa Margarita y a otro rey, Esteban V. Esteban V fue padre de Ladislao IV el Cumano no por sangre sino por preferencias, que fue sucedido por Andrés III, hijo de Esteban el Póstumo. En 1301 moría sin heredero Andrés III y con él la legendaria estirpe de Arpad. Una nueva era comenzaba en el Reino de Hungría.


viernes, 2 de septiembre de 2016

PHILIPPE DE COMMINES.



Escritor, historiador, diplomático e intelectual flamenco. Fue destacado miembro en la corte de Borgoña, apadrinado y educado por Felipe el Bueno, llegó a convertirse en hombre de confianza de Carlos el Temerario. Intuyendo el fatídico final del duque de Borgoña se pasó al enemigo e ingresó en la corte del rey Luis XI de Francia. Más tarde pasó por la cárcel, sufrió el destierro, entró al servicio de Carlos VIII y ocupó el cargo de embajador en la República de Venecia. Philippe de Commines trataba de analizar las causas de los conflictos y pensaba que la guerra nunca supone una buena solución.

jueves, 1 de septiembre de 2016

ROBERTO GUISCARDO "EL ZORRO NORMANDO"



Roberto I, apodado Guiscardo - “el zorro” - debido a su astucia e inteligencia, partió de su Normandía natal en busca de aventuras, fortuna, éxito y gloria, acompañado por cinco caballeros montados y una treintena de infantes. Aprovechó la inestabilidad tradicional de todos contra todos (lombardos, terratenientes, nobleza, bizantinos, sarracenos, Papa, emperador) que enraizó (al principio de los tiempos históricos) en el suelo italiano para hacerse con un importante estado territorial. Ana Conmeno, princesa bizantina e historiadora escribió sobre él: “tenía pensamientos propios de un tirano, un temperamento astuto y una fuerza considerable”.

Con esta reducida mesnada se personó en Lombardía y pronto se hizo un nombre a base de certeros mandobles. Hijo de un noble normando menor llamado Tancredo de Hauteville (que se casó dos veces y tuvo más de diez hijos), sus hermanos Guillermo Brazo de Hierro, Drogo y Hunifredo ya habían hecho fortuna en el sur de Italia, y ya disponían de algunos feudos en tierras calabresas y apulias.

Asustado por la fuerte presencia normanda en la península, el papa León IX organizó una coalición para expulsarlos de Italia, pero en la batalla de Civitate (1053), los hermanos Hauteville propinaron una buena paliza a las huestes papales. Ese día Roberto comandó una de las alas del ejército y demostró sus cualidades militares siendo decisivo en la victoria final.

Su influencia iba creciendo (tanto como su ambición) y pronto (a la muerte de Hunifredo) se convirtió en el auténtico padrino del clan Hauteville en Italia. Por ese tiempo se divorció de su primera esposa y contrajo matrimonio con Sichelgaita, una princesa y amazona lombarda. Una mujer de armas tomas, envidiada por las valquirias, y arrolladora personalidad. La media naranja ideal para Roberto.

Más tarde el papa Nicolás II, ante la tesitura en que se encontraba la Santa Sede enfrascada de lleno en la Querella de las Investiduras y enfrentada abiertamente a la levanticas aristocracia romana, pensó atraerse el favor y la ayuda del bravo zorro normando. En el sínodo de Melfi (1059) Nicolás II otorga a Roberto Guiscardo el título “por la gracia de Dios y de San Pedro duque de Apulia y de Calabria, y con la ayuda de los dos, futuro duque de Sicilia”. Es decir las conquistas presentes y futuras que consiguiese el normando. A cambio Roberto se declaró defensor de la iglesia y vasallo del papa

Completó la conquista de Apulia y de Calabria y como un comandante supremo delegaba en sus familiares, así que encargó a su hermano pequeño, Roger, la conquista de Sicilia, para lo que tuvo que emplearse a fondo, pues los sarrecenos opusieron una dura resistencia. Con el asalto de la ciudad de Bari (1071) se puso fin a la presencia bizantina en Italia. Pero el indomable jefe normando quería más, y puso sus ojos en Iliria, y hasta allí dirigió sus tropas, contando con el beneplácito papal. Los poderosos venecianos, aliados de Bizancio, vencieron, con cierta facilidad, a la flota normanda, pero en tierra Roberto prosigue su marcha triunfal hasta tomar la ciudad de Dirraquio (una ciudad que ha sido griega, romana, iliria, bizantina, normanda, veneciana, otomana y albanesa)

Pero las obligaciones, pactos y lealtades mandan, y Roberto tuvo que volver apresuradamente a Roma a socorrer al papa Gregorio VII asediado en el castillo de Sant Angelo por las tropas del emperador Enrique IV. Las experimentadas torpas normandas forzaron la retirada del ejército agresor y de paso saqueron Roma. Roberto cumplió con lo pactado, liberó al Papa y lo puso a salvo de los tumultos capitalinos, escoltándolo hasta Salerno. Su hijo Bohemundo se quedó al frente de las operaciones en Grecia, aunque no pudo evitar que los venecianos recuperasen Dirraquio.



Su personalidad inquieta y peleona, anima a Roberto a volver a oriente para prestar ayuda a su hijo, allí contrajo unas fiebres tifoideas que lo arrastraron a la tumba cuando ya había sobrepasado los setenta años. La sangre escandinava que corría por sus venas lo empujan a combatir, combatir y combatir. El típico (y tópico) espíritu pionero vikingo impulsan el ánimo del joven Roberto que partió de Normandía en busca de la gloria eterna y un asiento junto a Odín en el Walhalla.
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