sábado, 28 de noviembre de 2015

PANONIA.



Después vienen los fecundísimos espacios de Panonia. En ese lugar las cimas de los Alpes suavizándose a través del Ilírico de septentrión a mediodía, se asientan a derecha e izquierda en blandas ondulaciones. Las partes que miran al mar Adriático, se llaman Dalmacia y el Ilírico antes mencionado. Vuelta al septentrión esta la Panonia. Alcanza desde allí hasta el Danubio. En ella están las colonias de Emona y Siscia, unos ríos famosos y navegables que vierten al Danubio, el Drao de corrientes violentas que viene del Nórico, y el Sao de los Alpes Cárnicos, más plácido, a una distancia de ciento veinte mil pasos. El Drao atraviesa por los serretes, serapilos, yasos y andicetes; el Sao, por los colapianos y los breucos. Estos son los principales de sus pueblos. Ademas están los arviates, azalos, amantinos, belgites, cataros, comacates, eraviscos, hercuniates, latovicos, oseriates, y varcianos; el monte Claudio, en cuya cara anterior están los escordiscos y en la posterior los tauriscos; la isla Metubarbis en el río Sao, que es la mayor de las fluviales. Además unos ríos dignos de mención, el Colapis que al desembocar en el Sao cerca de Siscia, desdoblando su cauce forma una isla que se llama Segestica, y un segundo río, el Bacuncio, que desemboca en el Sao en la localidad de Sirmio, donde se hallan la comunidad de los sirmienses y la de los amantinos. Desde allí a Tauruno, donde el Sao se junta con el Danubio, hay cuarenta y cinco mil pasos. Mas arriba son afluentes el Valdaso y el Urpano, tambien importantes.
Plinio “el Viejo” 
Historia Natural III, 25

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