Miembro de la poderosa familia de los Mocenigo, que aportó dogos y valiosos militares a la República, Pietro fue un destacado almirante veneciano, que tras la pérdida de Negroponte fue capaz de construir una flota en pocos días y plantar cara al Imperio Otomano en aguas del mar Mediterráneo. Diplomático y guerrero, utilizó las palabras y las armas en beneficio de la Serenissima; en 1475 obtuvo el control de Chipre situando a su reina, Caterina Cornaro, bajo la protección de la República, y en 1475, la intervención de su armada obligó a los turcos a levantar el asedio de la ciudad albanesa de Shkodra. Su noble cuna y éxitos militares le llevaron a ser elegido dux de la Serenissima República de San Marco en 1474, cargo que desempeñó hasta su muerte dos años más tarde. Su tumba es una de las más destacadas del tradicional panteón de los dogos venecianos en la Basílica de San Juan y San Pablo .
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