sábado, 31 de mayo de 2014

LA PROTECTORA DE LA CERVEZA.




Diosa romana de la agricultura, dadora de cosechas, protectora de los cereales amarillentos, que otorga su sabor a la blanca espuma de la fermentación. Su teónimo, Ceres, derivó en la palabra Cereal, su espíritu, regaló su denominación a la Cerveza. La bebida de los bárbaros, que a mamporro limpio, bajaron a los dioses de su Olimpo. 



Si la ambrosía deleita a los dioses, y el vino a los señores, la cerveza alimenta y embriaga a los auténticos hombres del pueblo. 

jueves, 29 de mayo de 2014

GUIRALD, ENGAÑADO, CASTRADO Y RESUCITADO.



El monje de Cluny, Guirald, se lanzó al camino, y comenzó a contar pasos en dirección a Compostela, para purgar el mortal pecado de yacer con lujuriosa mujer. Gonzalo de Berceo, en "Milagros de Nuestra Señora", relata su trágica (y milagrosa) historia.

No hubo terminado la tercera jornada, cuando se le apareció el Maligno, como si del mismo Santiago de tratase. Guirald, sorprendido y asustado, rodilla en tierra, pidió, al que él creía Santo Apóstol, el perdón, y la penitencia, de sus terribles pecados.

Y respondió el falso ángel:

"Esti es el juicio:
que te cortes los miembros que
facen el fornicio
dessent que te deguelles: farás a
Dios servició
que de tu carne misma li farás
sacrificio".

A continuación:

Crediólo el astroso, locco e
desessado,
sacó su cuchellijo que tenié
amolado;
cortó sus genitales, el fol mal
venturado,
dessende degollóse, murió
descomulgado.

El monje mujeriego, con su miembro amputado, moría desangrado, víctima de tan sutil engaño. Pero en el momento postrero, justo antes de exhalar su último aliento, apareció el auténtico Santiago Zebedeo, para obrar el milagro, y salvar la infeliz vida del monje Guirald.

lunes, 26 de mayo de 2014

CARLOMAGNO Y EL APÓSTOL SANTIAGO



Cuando tratamos de encontrar el origen de las cosas, los hechos y las sociedades, tropezamos con las leyendas, que cuántos más siglos las cubren, más auténticas nos parecen. Y precisamente la leyenda convirtió a Carlomagno en uno de los primeros peregrinos en llegar a Santiago. Las estrellas dibujaron una mapa en el cielo que guió al rey guerrero francés hasta la tumba del Apostol, para rescatar la ciudad del acoso musulmán. Muchos cantares de gesta de la época, como la Crónica del Pseudo Trupín, tenían como tema central la lucha de los caballeros francos contra aquellos pueblos que equivocadamente profesaban la fe de Mahoma. 

El Códex Calixtinus, en su cuarto libro, recoge la mencionada Crónica de Pseudo-Trupín. Turpín era arzobispo de Reims y uno de los Doce Pares de Carlomagno y compañero de correrías, gestas y hazañas. Al arzobispo Turpín se le atribuye una crónica, llena de elementos fantásticos, en que se recoge la irrupción del Rey Franco en la Península Ibérica y su llegada a Santiago de Compostela. 

" - ¿Quién eres, señor?
- Yo soy Santiago, apóstol - contestó - , discípulo de Cristo, hijo del Zebedeo, hermano de Juan el Evangelista, a quien con su inefable gracia se dignó elegir el Señor, junto al mar de Galilea, para predicar a los pueblos; al que mató con la espada el rey Herodes y cuyo cuerpo descansa ignorado en Galicia, todavía vergonzosamente oprimida por los sarracenos. Por eso me asombra enormemente que no hayas liberado de los sarracenos mi tierra, tú que tantas ciudades y tierras has conquistado. Por lo cual te hago saber que, así como el Señor te hizo el más poderoso de los reyes de la tierra, igualmente te ha elegido entre todos para preparar mi camino y liberar mi tierra de manos de los musulmanes y conseguirte por ello una corona de inmarcesible gloria. El camino de estrellas que has visto en el cielo significa que desde estas tierras hasta Galicia has de ir con un gran ejército a combatir a las pérfidas gentes paganas y a liberar mi camino y mi tierra y a visitar mi basílica y mi sarcófago. Y después de ti irán allí peregrinando todos los pueblos, de mar a mar, pidiendo el perdón de sus pecados y pregonando las alabanzas del Señor, sus virtudes y las maravillas que obró. Y en verdad que irán desde tus tiempos hasta el fin de la presente edad. Ahora pues, marcha cuando puedas, que yo seré tu auxiliador en todo; y por tus trabajos te conseguiré del Señor en los cielos una corona y hasta el fin de los siglos será tu nombre alabado.

De esta manera se apareció a Carlomagno por tres veces el Apóstol. Así, pues, oído esto, confiando en la promesa apostólica y tras habérsele reunido a él muchos ejércitos, entró en Hispania para combatir a las gentes infieles.
De la Crónica del Pseudo-Turpín,
Libro IV del Codex Calixtinus.

A LA GUERRA CON UN HARÉN



Mientras sus soldados luchaban con el enemigo él retozaba con sus concubinas. Mientras sus hombres sangraban, él desfloraba a jóvenes vírgenes.

Federico I de Hohenstaufen, más conocido como Federico I Barbarroja, uno de los más destacados emperadores medievales del Sacro Imperio Romano Germánico, fue además de un importante político, un hombre de acción y un guerrero. No obstante, y al menos para su persona, las campañas militares que emprendió, no fueron tan duras.

Cuando iniciaba una campaña, además de todos los pertrechos militares necesarios, y un potente ejército, transportaba parte de su biblioteca, un pequeño parque de fieras y un harén para uso y disfrute personal. Entre libros, animales salvajes, rameras y concubinas, escapa el emperador del fragor de la batalla. Por este motivo, sus enemigos decían que, mientras sus tropas combatían, él libraba otro tipo de combates mucho más agradables y placenteros.

sábado, 24 de mayo de 2014

LAS ÓRDENES MILITARES Y EL CAMINO DE SANTIAGO.



El 15 de julio de 1099 los caballeros cruzados recuperaron para la Cristiandad la Ciudad Santa de Jerusalén, e inmediatamente surgieron las primeras órdenes militares, compuesta por monjes guerreros, cuya función era proteger a los miles de peregrinos que acudían a Tierra Santa. Por esa misma época comenzó a cobar fuerza un lugar de peregrinación en al noroeste de la Península Ibérica, Santiago de Compostela. Las Órdenes Militares se trasladaron a los caminos ibéricos, para proteger, defender y asistir a los peregrinos. A tal fin constuyeron hospitales y encomiendas. En esta época los hospitales no se dedicaban tanto a la medicina como al recogimiento y asistencia a pobres, vagabundos y peregrinos. De esta manera, los templarios se instalaron en Ponferrada y en Villalcázar de Sirga, la Orden de Santiago administrava el Hospital de San Marcos en León y los Caballeros Hospitalarios controlaban el Hospital de Órbigo.

jueves, 22 de mayo de 2014

PONFERRADA



Ponferrada medieval, templaria y capital del Bierzo, una cubeta sedimentaria rodeada completamente por montañas. Rica y milenaria historia de un Reino de León que se resiste a vivir únicamente en viejos libros. Hacia el siglo XI, el Obispo de Astorga Osmundo ordenó construir un puente sobre el Sil para que los peregrinos no tuviesen problemas en cruzar el río. Con el tiempo sería el origen de la población de Ponferrada que recibe su nombre de los cimientes férreos del puente “pons ferrata”.
 

lunes, 19 de mayo de 2014

BOUDICCA, REINA DE LOS ICENIOS



Azotada por el centurión,
sus hijas violadas
por simples legionarios,
mas el orgullo
permaneció intacto

dolorida en el alma
castigada en su cuerpo
ojos inyectados en sangre
terrible será la venganza 


auténtica señora de la guerra
convocó a las tribus britanas
se ganó el favor de los druidas
oscureció el cielo
y lanzó al ataque
a sus fieros guerreros


negros nubarrones
se ciernen sobre el Imperio 
las hordas forman un gran ejército
incendian Britania,
arrasan Londres 
y a Roma una lección
que nunca olvidaría

no hay furia peor
que aquella que puede desatar
una reina ultrajada 


(más de dos milenios después
sus ojos femeninos
vigilan de cerca
el Parlamento masculino)

domingo, 18 de mayo de 2014

REAL COLEGIATA DE SAN ISIDORO DE LEÓN



San Isidoro es el panteón regio de los Monarcas de León; la cripta es una auténtica Capilla Sixtina del Románico. El rey Sancho III el Mayor de Navarra, en su tiempo el más poderoso de los monarcas ibéricos, descansa bajo la atenta mirada del Pantocrátor y el Tetramorfos. Otra cuestion es lo que piensan en el Monasterio de Oña que tambien presume de poseer los restos de tan gran monarca. 


Los orgullosos reyes de León, cuando eran los soberanos del más poderoso estado cristiano ibérico, se hacían titular como Imperator Hispaniarum. De León dice Aymeric; “es sede de la corte real, llena de todo tipo de bienes”

En 1063 Fernando I, que había trasladado a la Capital del Reino, los restos mortales del sabio San Isidoro de Sevilla, procedió a la consagración definitiva de este Santo Lugar. El propio Fernando I, uno de los hijos de Sancho III el Mayor, y su esposa, Doña Sancha, eligieron este lugar para el enterramiento de la Estirpe Real Leonesa, convirtiéndose en Panteón Regio. La hija de ambos, Urraca, señora de Zamora, amplió el templo, edificando una nueva iglesia. 


Inscripción en el interior del Panteón en homenaje a Doña Urraca: “Aquí reposa Doña Urraca, reina de Zamora, hija del rey Fernando el Magno, ella amplificó esta iglesia y la enriqueció con multitud de donaciones. Y porque amaba a San Isidoro sobre todas las cosas de este mundo se consagró a su servicio”.

El insigne sabio visigodo San Isidoro de Sevilla, celebrado autor de Etimologías, reposa eternamente en este excepcional templo del Románico. Una auténtica joya del primer estilo europeo, tanto en arquitectura, como en pintura y escultura. 


La puerta aparece rematada por San Isidoro a caballo, emulando a Santiago Matamoros. Sabio y guerrero. 


La cripta, como toda necrópolis, desprende una suave atmósfera de sacralidad enfatizada por etéreas nubes de misterio. Todo ello bajo una cúpula policromada, donde Pantocrátor es Señor Absoluto, acompañado por su cuatro heraldos. La cúpula románica vela por el descanso eterno de once reyes, catorce reinas y condes, infantas y nobles; sus almas en el cielo y sus cuerpos en suelo sacro. 


Cristo en maiestas (majestad) y el Tetramorfos, desde el cielo velan por las almas de reyes, reinas, infantes e infantas del reino. La pintura románica, simple e infantil en láminas y fotografías, cobra esplendor, belleza, brillo, luminosidad y significado cuando se observa en la realidad. 


Un precioso calendario agrícola ornamente un arco de una de las bóvedas. Cada mes se relaciona con la actividad agropecuaria que correspondía según la estación.  El Calendario Agrícola, dibujado con maestría en un arco, muy cerca de Cristo, es un velado homenaje a esa clase de hombres y mujeres, los campesinos, encargados de sostener sobre sus hombres todo el engranaje socioeconómico de la Europa Feudal. Sin ellos (ni ellas) no hay señores, ni reyes, ni obispos, y por supuesto, ni iglesias ni castillos. El autor supo donde situarlos, en los cimientos de la inmensa Colegiata, sobre sus doloridas (y castigadas) espaldas se elevan, altos, gruesos y compactos muros. Una iglesia es mucho más que piedra, cuenta la historia del mundo, del real (campesino) y el ideal (noble y clérigo). Hoy San Isidoro seguirá escribiendo, hoy San Isidoro conocerá mi historia. 






sábado, 17 de mayo de 2014

miércoles, 14 de mayo de 2014

JUANA DE ARCO EN NOTRE DAME DE PARÍS.



Durante la Edad Media hubo mujeres que se calzaron armaduras, cabalgaron mejor que el mejor de los jinetes, blandieron armas y lucharon valientemente en batalla. Y por encima de todas, destacó Juana de Arco. Guerrera, heroína, mártir y santa. Los ingleses la quemaron por bruja y los franceses la elevaron a los cielos, para sentarla a la derecha del Todopoderoso.


Las representaciones de Juana de Arco, o Jeanne d'Arc, son omnipresentes en toda Francia, especialmente en París. Y como no podía ser de otra manera, la Catedral de las Catedrales, Notre Dame, también alberga en su interior una escultura de la Doncella de Orleans, en un lugar privilegiado. Armadura ceñida, espada al cinto, abrazado el estandarte y actitud orante.


Tal como hizo Dios con su propio hijo, también abandonó a Juana a merced de los hombres. Las llamas destruyeron su cuerpo, y el humo elevó su alma a los cielos. 

SAN JORGE ARREPENTIDO



Rizos renacentistas se deslizan sobre los hombros de un San Jorge en guardia. Los guanteletes, que protegen huesudos dedos, y la armadura, menaje imprescindible del caballero medieval, confeccionados a partir de las duras escamas del Dragón.

Un Dragón, otrora poderoso y orgulloso, queda reducido a la nada, su espíritu doblegado por una certera lanzada que partió en dos su corazón. La valentía derrotada por la plegaria, la honestidad por la hipocresía y la vitalidad por la desidia. 

Una capa se convierte en toga, envuelve el cuerpo, el soldado se vuelve general, el plebeyo senador, y el niño adulto, y otorga solemnidad a la figura del Santo Patrón de la Caballería medieval. 

A él nos encomendamos antes de la contienda. Su espíritu nos guía en el campo de batalla. Su lanza derriba al maligno. Y en agradecimiento, a él regresamos victoriosos.



Una mueca de dolor, unas lágrimas escondidas, un atisbo de tristeza y el compungido rostro del guerrero ¿no parece pedir perdón a su víctima?. 

Y en el rincón más recóndito de su mente, se oculta una terrible verdad, que carcome el alma, paraliza el cuerpo y arroja al fondo del abismo de la desesperazción su energía vital; la segura certeza de haber elegido el bando equivocado.
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