miércoles, 20 de febrero de 2013

ELEFANTES

según Plinio el Viejo

Desde que el hombre comenzó a observar la naturaleza, ha vestido a sus criaturas con rasgos de la personalidad humana. El naturalista Plinio el Viejo, no es una excepción, y adorna al elefante, animal excepcional en muchos sentidos,  con toda una galería de las más altas virtudes que anhelan poseer los hombres. 

"El más grande es el elefante y el más cercano a la sensibilidad humana; pues comprende la lengua de su patria y obedece las órdenas, memoriza las tareas que ha aprendido, gusta del amor y la gloria; es más, posee cualidades raras incluso en el hombre, honradez, prudencia, ecuanimidad, también el culto a los astros y la veneración al Sol y a la Luna. Hay autores que cuentan que en las montañas de Mauritania, cuando brilla una nueva luna, las manadas de elefantes descienden a un río de nombre Amilo y allí se rocían con agua purificándose solemnemente y, una vez que han saludado así al astro vuelven a los bosques llevando delante a las crías cansadas. Como comprenden también la religiosidad ajena, se cree que los que van a atravesar el mar no suben a los barcos si no es convencidos por el juramento de su cornac de que van a regresar. Se las ha visto, cuando están consumidos por el dolor - porque las enfermedades atacan también a aquellas moles - , tendidos sobre su espalda, arrojando hierbas al cielo, como si presentaran a la tierra como testigo de sus ruegos. En lo que atañe a la docilidad, adoran al rey, se arrodillan ante él, le ofrecen coronas. Los indios usan para arar elefantes pequeños, a los que llaman nothi"
Historia Natural VIII, 1-3.

Manada en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno - Cantabria 

El marfil de sus colmillos, ha sido, a lo largo de la historia, la más terrible maldición para los elefantes. 

"Los elefantes saben que el único botín que puede buscarse de ellos está en sus defensas, que Juba llama cuernos y Heródoto, bastante más antiguo, y la lengua corriente, con más propiedad deintes. Por esta razón, cuando éstos se caen por algún accidente o por la vejez, los entierran"
Historia Natural VIII, 7


La bondad del animal, en contraposición a la maldad inherente del ser humano.

"Un elefante, si se encuentra por casualidad en el desierto a un hombre que simplemente camina desorientado, incluso le enseña, bondadoso y tranquilo, según se cuenta, el camino; el mismo elefante, si ve la huella del hombre antes que al propio hombre, se echa a temblar por miedo a las emboscadas, en cuanto la olfatea se para, mira alrededor, resopla de furia, y no la pisa sino que transmite lo descubierto al de al lado, el siguiente a él, y por medio de mensajero similar hasta el último; entonces la manada da media vuelta, retrocede y se dispone en línea de batalla"
Historia Natural VIII, 4


La más anciana de la manada, es la auténtica matriarca del clan.

"Los elefantes avanzan siempre en grupo. Conduce la manada el más viejo, cierra la marcha el siguiente en edad. Cuando van a cruzar un río ponen delante a los más pequeños, para que con el paso de los más grandes no se hunda el lecho del río y no aumente la profundidad del agua"
Historia Natural VIII , 5

La trompa del elefante es una auténtica mano

"Comen con la boca; respiran, beben y perciben los olores con la, con bastante propiedad, llamada mano"
Historia Natural VIII, 10

Ejemplo de amistad y fidelidad. En la India se cuenta que un elefante jamás aceptará a un segundo cornaca.

"Juba también cuenta que un elefante reconoció en su vejez, después de muchos años, a aquél que había sido su cornca en la juventud"
Historia Natural VIII, 5 

"África produce elefantes más allá del desierto de las Sirtes y en Mauritania; también los producen, como se ha dicho, etíopes y trogloditas; pero los más grandes nacen en la India"
Historia Natural VIII, 11.




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